Por Joaquín Rivas Boschma

Las centrales de valores son organizaciones que brindan servicios de custodia, liquidación y compensación de valores a una bolsa de valores, quienes son las que representan a los inversionistas y emisores. Su función es fundamental para el funcionamiento del mercado de valores, ya que garantizan la seguridad, transparencia y eficiencia de las transacciones. En El Salvador la depositaria responsable de tan importante función es la Central de Valores de El Salvador conocida por sus siglas CEDEVAL, la cual este año conmemora sus primeros 25 años de operaciones en el mercado de valores de nuestro país.

En los últimos años, las centrales de valores han enfrentado una serie de desafíos, entre los cuales vale la pena mencionar el acelerado aumento de la digitalización del mercado de valores: El mayor uso de las tecnologías digitales ha planteado nuevos retos para las centrales de valores, que deben adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes. Otro desafío es la aparición de nuevos actores en el mercado, como las fintech, que se convierten en una presión de competencia para las centrales de valores. Adicionalmente, una mayor complejidad en la regulación presenta un desafío en cuanto a la gestión de su actividad.

En estos 25 años de desempeño eficiente en la administración, custodia, liquidación y compensación de valores por parte de la CEDEVAL, esta continúa siendo un pilar esencial del mercado de valores. En los próximos años, se proyecta un crecimiento sostenible, así como su respectiva evolución para adaptarse a los nuevos retos y oportunidades del mercado.

Las perspectivas futuras para CEDEVAL y las centrales de valores son positivas. Se espera que el crecimiento del mercado de valores, la digitalización y la expansión de los servicios de banca abierta (open banking) impulsen la demanda de los servicios de las centrales de valores. En este contexto, las centrales de valores deberán centrarse en los temas críticos como innovar en los procesos, modelo de negocio, servicios para adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes. También adoptando programas de innovación que impacten en mejorar la eficiencia operativa y calidad de servicio, siendo estos factores que inciden en la mejora del  margen de utilidad. Atraer talento especializado, es otro tema, que sea propositivo y que domine competencias blandas, a fin de apoyar la transformación de como se hace el trabajo. La gestión de riesgo de ciberseguridad es una perspectiva que viene acompañada de todo un proceso de transformación digital, asegurando contar con la seguridad “cuasi-plena” que garantice la protección de la información y data de los clientes. Es de suma importancia que una central de valores continue garantizando la seguridad de los activos de sus clientes.

Las centrales de valores desempeñan un papel fundamental en el mercado de valores. En los próximos años, se espera que estas sigan creciendo y evolucionando, para adaptarse a los nuevos retos y oportunidades del mercado.

Es recomendable, tanto para la CEDEVAL como para las depositarias de valores en general, que para tener una mayor capacidad de gestionar las oportunidades que se presenten, incorporar las tecnologías digitales en sus procesos y servicios, desarrollar nuevos productos y servicios que respondan a las necesidades de los clientes, fortalecer su ciberseguridad, innovar y colaborar con otros actores del mercado de valores. Con ello podrán garantizar su futuro y seguir siendo un participante clave del mercado de valores.

CEDEVAL celebra 25 años de una evolución continuo en ruta hacia la mejora de sus procesos, servicio, nuevos productos, innovación, su equiparación a los Principios de IOSCO. Enhorabuena y que sean un festejo digno de tan merecido trabajo en favor del mercado de valores.